viernes, 2 de diciembre de 2011

La Economía Imaginaria




El país imaginario se levanta todos los días, y sus ciudadanos trabajan para hacer crecer un PIB imaginario. Contraen deudas imaginarias para comprar bienes imaginarios, casas imaginarias, para disfrutar de sus vacaciones imaginarias. El gobierno imaginario propone leyes, y los parlamentarios imaginarios las aprueban. Firma tratados de libre comercio imaginario, para exportar mercancías imaginarias...

Más allá del pastiche antipoético, los mercados imaginarios existen. De hecho, la naturaleza de los mercados financieros es ser un poco imaginarios. O totalmente imaginarios.

Los contratos a futuro, por ejemplo. Se contraen sobre la base de una producción imaginaria, para comprar y vender materias primas que no llevarán a cabo. Se rescinden antes de que venza su plazo, y su único fin es “cubrir” a las partes del riesgo de fluctuación en los precios.

Y qué hay de la securitización, el más imaginario de los productos. Un banco junta una hipoteca, otra hipoteca, cinco mil hipotecas, y arma un solo paquete. Lo subasta en el mercado y lo que recauda le sirve para… seguir prestando. Plata completamente imaginaria, pero que se usa de manera muy real.

Y así el país imaginario emite bonos imaginarios, que unos inversionistas imaginarios compran para equilibrar sus pasivos imaginarios. El problema surge de cuando las deudas imaginarias se tornan reales. Cuando la agencia imaginaria de calificación de riesgo saca las cuentas reales, cuando la superintendencia imaginaria despierta de la siesta. Ahí las empresas imaginarias y los estados imaginarios pasan susto. Los gobiernos imaginarios caen. Las promesas imaginarias se revelan como lo que son. Y, en el mejor de los casos, los ciudadanos imaginarios se tornan ciudadanos reales, y dicen basta.

4 comentarios:

  1. BUENÍSIMA. Me encanta tu blog... preciso y contundente.

    Saludos,
    R.

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  2. ¿pero cómo salir del solipsismo?¿cómo lograr una economía "real"? ¿patrón oro, trueque? ¿puede una empresa como Codelco prescindir de la cobertura en mercados de futuro, de los derivados? ¿En qué invierten los sistemas de pensión estatales las platas de sus jubilados? Creo que fuimos expulsados del paraíso de la economía real, ¿cómo des-inventar la economía imaginaria? no entiendo nada!!!

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  3. Un ejemplo curioso y no exento de pifias es Argentina, que prácticamente se desfinanciarizó y volvió a ser real de la mano de la soja y los autos para Brasil. Eso después de los paroxismos financieros de Menem. Es un caso extremo.

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