lunes, 19 de abril de 2010
Fuego Divino
Según el ayatolá iraní Kazem Sedighi, los terremotos y erupciones volcánicas que han afectado al mundo recientemente son culpa de las mujeres, agentes del Demonio que tientan al hombre y lo alejan del camino de Dios. Es un llamado y una advertencia para todos aquellos pecadores y pecadores de Teherán, megalópolis ubicada sobre una fractura tectónica tan virulenta como la sudamericana.
Kazem Sedighi salió así a competir de igual a igual en inanidad con el cardenal católico Tarcisio Bertone, alto funcionario del Vaticano a quien nadie le recordó que hay homosexuales asumidos en los gabinetes de varios gobiernos europeos, con los que la Santa Sede tiene relaciones diplomáticas.
Pero al margen de los oscurantismos ecuménicamente distribuidos a Oriente y Occidente, la explicación secular de los hechos telúricos todavía deja mucho que desear. Los científicos, con la actitud cautelosa que los caracteriza, no descartan ni confirman el vínculo entre cambio climático y actividad geológica. El derretimiento de grandes masas de hielo implicaría una presión sobre las capas tectónicas del fondo marino, pero para confirmar su relación con los terremotos y erupciones hace falta más investigación, señala Richard Betts, un experto en modelamiento climático de la Universidad de Exeter (http://www.guardian.co.uk/environment/2010/apr/19/climate-change-geological-hazards ).
De ser cierta la ecuación cambio climático = terremotos + volcanes, estaríamos frente a una fantástica constatación de que la economía mundial y nuestra propia supervivencia no descansa tanto en el trabajo y el capital, sino en los caprichos de la energía geológica y bioquímica del planeta.
Debido al penacho de humo que cubre Europa del Norte, no solo vemos el comercio, el turismo y las reuniones de negocios paralizadas, a miles de personas atrapadas en los aeropuertos, sino también la fragilidad desnuda de un sistema que depende de la termodinámica, el electromagnetismo y los combustibles fósiles para funcionar. La crisis económica la instaló el hombre, pero la estaría prolongando y profundizando la naturaleza… ayudada por nosotros.
En 1991, cuando el cambio climático recién asomaba en algunas revistas especializadas, se produjeron casi simultáneamente las dos mayores erupciones volcánicas del siglo XX. La primera fue el 2 de abril en Pinatubo, Filipinas, y la segunda en octubre en el Monte Hudson, en la zona de Aysén (¿alguien la recuerda?). Millones de metros cúbicos de azufre, magma, aerosoles, gases y partículas cubrieron la atmósfera, destruyendo secciones enteras de la capa de ozono y alterando drásticamente las telecomunicaciones. En Pinatubo hubo que evacuar a unas 60 mil personas, en Chile ninguna: nadie vivía en aquellas soledades australes.
Pasará algún tiempo antes que la academia se pronuncie. De confirmarse lo que ya algunas mentes apocalípticas temen, comenzará a configurarse un escenario donde ya no solo las costas se inundan y las sequías se alternan con aluviones, sino uno donde además el cielo y la tierra ya no muestran su cara más amable. Será el regreso al origen, a la furia magmática de la sopa original. Ojalá tenga razón el ayatolá y sea solo cosa de hacerle caso al Libro Sagrado, dejarnos de jodienda y ponernos a rezar.
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Al fin y al cabo, algo o alguien le debe poner límite a esta especie tan invasiva que apenas puede se sube a 4x4 y compra tres refrigeradores por casa, mientras ensaya la inmortalidad por medio de la ingeniería genética... Debe existir una némesis que le ponga coto a este expansionismo humano... Tal vez el mismo capitalismo desenfrenado es el intrumento que el cosmos usa para tal efecto: la autodestrucción automotivada por el espejismo de unas utilidades que se desvanecen en el aire bursátil. Don Nica y su Soliloquio del individuo lo resume todo. Pero cuidado!!! no hay que descartar que calentamiento global sea un mito conspirativo para evitar que el tercer mundo se desarrolle (en especial China) y, de paso, generar rentabilidad para las tecnologías no contaminantes que el primer mundo post capitalista se afana en desarrollar y que desea vender a la China impresentable. En fin, creo que nadie sabe para donde va la micro.
ResponderEliminarun abrazote
Palabra clave:"antropogénico".
ResponderEliminarNada nuevo, pero asusta de tan breve y contundente, para describir un escenario de caos autosacrificial, desarrollado sitemáticamente a través del tiempo, desde la codicia, el abuso de poder , la corrupción, la ignorancia y la estupidez, entre otros.
¿Será que evolutivamente llevamos como especie esa lacra de autodestrucción, descrita en relatos mitológicos de eras pretéritas, que aflora en la desarmonía, cuando la razón y el sentimiento no están en consonancia activa?
¿Si el mundo científico llegara a comprobar las hipótesis enunciadas, dejaríamos de ser la jalea egocéntrica y destructiva que se mira el ombligo al borde del cataclismo?
Nadie sabe, nadie sabe, somos los individuos... sacamos el dedo para intuir como viene el tiempo...
ResponderEliminarSi, el ser humano, con sus luces y sus sombras... Pero habría esperanzas si nos enfocamos con decisión, por respeto a nosotros y a todos los demás.
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