miércoles, 15 de abril de 2009

La Crisis del Dinero






Gonzalo me recuerda que los millones de indigentes en Estados Unidos que son veteranos de las guerras imperiales. Su sumario de crisis es lapidario y me hace pensar en el Far-West, donde los bandoleros son siempre ex soldados de la guerra civil.

La los diarios del mundo titulaban hoy (15/04): PRIMERAS SEÑALES POSITIVAS EN EEUU. Muy significativo: se está constatando que se tocó fondo (lo que está por verse). Bravo, pero ¿cuánto tardará salir de allí? Como en el caso de cualquier individuo o comunidad, años. El sistema no está muerto sino gravemente dañado, y nunca volverá a ser en rigor el mismo. No durante las próximas generaciones.

Persiste en el ambiente la sensación de que salvar a los bancos fue una mala idea. Las autoridades argumentan que, hacer lo contrario, hubiese sido el fin de la vida como la conocemos. Algunos evocarán la festiva canción de REM, pero más conviene pensar en la última vez que los bancos quebraron masivamente en Estados Unidos. Si hoy tomará una década volver vagamente a los buenos tiempos, con los bancos quebrados hubiera sido el doble, el triple o simplemente la implosión. La Tercera Guerra Mundial hubiera sido la Segunda Guerra Civil americana.

Ahora bien, ¿era malo eso? ¿Cuántos de nosotros anhelamos, secretamente, una situación como la del 476 d.C, cuando cayó el Imperio Romano de Occidente? Volver a una vida rústica y real, no mediatizada. En comunidades, con energías limpias y reciclaje. Nada nos impide ir en busca de algo parecido hoy, con o sin crisis. Pero en una implosión social sin retorno, esto deja de ser una opción. ¿Estamos preparados? Al mismo tiempo que lo anhelamos (como sueño perverso o progresista, depende de cada cual), el derrumbe del sistema nos provoca angustia y nos confronta a lo desconocido. ¿La ley se derrumbaría sin el sistema financiero, sin el dinero tal como lo conocemos? ¿Correrían peligro nuestras vidas, nuestros seres queridos?
Las personas no se enteran de la crisis sistémica mientras el dinero (el sistema monetario-financiero) está en auge. Cuando vemos como el salario nos cunde, nuestras propiedades se revalorizan, nuestros fondos de pensión suben y los bancos nos ofrecen financiamiento barato para el más recóndito de nuestros sueños. Apenas este nirvana de plástico se acaba, tomamos conciencia de la virtualidad del dinero.
Saber qué hubiera pasado si los bancos no hubiesen sido rescatados es ya una ucronía, un mundo paralelo.

Aún así la solución adoptada, el bailout (la fianza) no garantiza la supervivencia porque las otras bombas de tiempo sistémicas (la ecológica, la demográfica) siguen activadas.

2 comentarios:

  1. Lo que es yo ... ya tengo identificado el sitio donde ir a "pasar" mi buena vida , conociendo el ritmo de la vida , enfrentándome al trabajo (al de verdad, no al de oficina) ... viendo pasar las estaciones , armando comunidades , perdiendome en conversaciones infinitas y defiendiendo con uñas y dientes nuestra primaria libertad , a los pies de un volcán, pues siempre se necesita una amenaza latente, para no en caer en la tentación de sentirse omnipotente. En realidad he identificado dos lugares ... nos vemos ahí en unos años más, espero para entonces haber aprendido a hacer cerveza.

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  2. Parece que en estos tiempos es fundamental tener una visión poético-táctica como la que señalas. Yo todavía soy demasiado urbanita, y para colmo mi sangre tira para la costa, que se va a inundar según todos los pronósticos.

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