jueves, 15 de septiembre de 2011
Las peleas que se vienen
En cierta forma los estudiantes ya ganaron. Aunque estén llegando al final de sus fuerzas por esta temporada (quedan muchas), ya instalaron un tema que no se va a terminar. Y que más encima se ramifica hacia otros supuestos del modelo.
Se instaló gracias a ellos que la provisión privada de bienes públicos es problemática. Que la estructura tributaria debe ser revisada. Que la financiarización de la economía es problemática. Que las personas necesitan al Estado y, lo que es más grave, la representatividad de los representantes es una ficción: el sistema político no necesitaba algo más que una inyección bótox.
Los estudiante ganaron y los próximos años serán de una feroz puja por más gasto público y por leyes que reequilibren la relación entre ciudadanos y grandes empresas. Solo en previsión y salud el pasivo es enorme, monstruoso, la contracara de los equilibrios macroeconómicos que hicieron de Chile el niño mimado de The Economist, el Financial Times y los medios del consenso noventero.
Para quienes duden del futuro previsional aterrador que nos espera, recomiendo la columna de Eugenio Rivera en El Mostrador. En cuanto a los seguros privados de salud que recaudan el 7% de todos los salarios del país (y devuelven, por lo visto, una fracción), vale la pena leer al profesor de derecho Gonzalo García en Ciper. Son las peleas que se vienen, que recién empiezan.
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Arturo Fontaine en Ciper a propósito del lucro, es decidor de victoria de los estudiantes. Pero tema +´asombroso es irracionalidad: un amigo judío (hizo servicio en Israel) me dijo que no se entiende cómo Israel se embarcó en deriva privatizadora si es un Estado altamente militarizado,"¿Cómo, me dijo, mandas a los tipos a la guerra y luego no te haces cargo de su salud, de su previsión, de su psiquiatra de su mascota traumatizada por su ausencia? El error fue creerse que Israel era la Atenas de Cercano Oriente en circunstancias que eramos Esparta, que claro, era más socialista que Atenas"
ResponderEliminarMás que conspiración neoliberal, lo que hubo fue pura y simple estupidez, siempre ha sido así,
En AméricaEconomía salió una crónica in situ acerca de los indignados en Israel... Impensable: no previeron que la ecuación se les volvería inviable...
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